Mobil 1™ y Scott Brady: Enfrentando el Rally de Mongolia

Desde la tundra congelada del Círculo Polar Ártico hasta los senderos de roca resbaladiza de Moab, Scott Brady, conductor de aventura y editor de la revista Overland Journal, ha conquistado el terreno más escabroso del mundo. Pero habiendo acumulado cientos de miles de kilómetros de peligrosas experiencias de manejo, Scott dará fe an aun de que el Rally de Mongolia es un desafío en la carretera como ningún otro.

Cruzando casi 18,000 kilómetros de terreno extremo, desde la costa española hasta el corazón de Asia-Pacífico, el Rally de Mongolia se enorgullece de ser la última gran aventura de manejo en un mundo ablandado.

Pero cuando la distancia promedio de tu rally hace énfasis en la seguridad, el Rally de Mongolia hace un esfuerzo extraordinario por crear peligro.

No hay un recorrido oficial. Están estrictamente prohibidos los dispositivos de navegación electrónica. En todos los sentidos, Brady dice, “el maratón es un sálvese quien.”

Y como si una expedición transcontinental a través del paisaje más remoto de una parte del planeta no fuera suficiente, los competidores no tienen la ventaja fácil de un motor de alto rendimiento—de hecho, las reglas de la carrera limitan el tamaño del motor a uno de 1.5 litros.

En julio de 2010, Brady y su copiloto Charles Nordstrom partieron de las calles citadinas de Barcelona en un Suzuki Jimmy 2001, con un motor robusto de 1.3 litros.

Enfrentándose a un recorrido de casi 18,000 kilómetros, a través de cuencas en el desierto y cordilleras, no podían permitirse correr algún riesgo con el mantenimiento de su equipo. Es por eso que confiaron en Mobil 1, el lubricante sintético para motor, líder en el mundo.

“Atravesamos el Corredor de Wakjan a lo largo de la frontera afgana, una región conocida por su anarquía y vigilada por delincuentes,” recordó Brady. “En un punto, cruzamos un tramo de carretera inundado y cualquier tipo de falla del motor nos hubiera puesto en un grave riesgo.”

Después de casi dos meses detrás del volante, habiendo cruzado 22 países, Brady estaba asombrado de que el motor del coche todavía brindaba un desempeño excepcional.

“Después de conducir casi 18,000 kilómetros, con un motor de 1.3 litros, está clarísimo que tomamos la decisión correcta al usar Mobil 1,” dijo Brady.