¿Cómo funcionan los motores turbo?
Si tienes un motor turbo sabrás que estos pueden alcanzar una increíble potencia en comparación con cualquier otro tipo de motor de igual o mayor tamaño y número de cilindros.
Esto es posible gracias al turbocargador que comprime el aire y lleva una mayor cantidad de oxígeno hacia el motor, generando una combustión más intensa que requiere menos demanda de combustible.
Este sistema funciona con dos turbinas que, al trabajar en conjunto, pueden alcanzar hasta 900º C y 200.000 rpm. Y aunque el mecanismo cuenta tanto con un intercooler como con una válvula de descarga para complementar la función del turbocargador, la potencia que se genera durante estos procesos puede causar daños severos en tu motor.
LSPI: el mayor enemigo
La tecnología de los motores turbo los hace susceptibles a un fenómeno llamado ‘pre-encendido de baja velocidad’ (LSPI, por sus siglas en inglés), donde las partículas de combustible y el aire originan una combustión espontánea, la cual puede ser consecuencia de una aceleración abrupta.
Ningún motor turbo está preparado para soportar esta combustión anormal, por lo que la presión a la que se somete el motor puede generar daño y desgaste en cilindros, pistones, anillos, bielas y, en el peor escenario, una falla total irreparable.
¿Cómo prevenirlo?
Entre las recomendaciones populares para prevenir el pre-encendido de baja velocidad (LSPI) se sugiere dejar el coche en punto muerto tras haberlo encendido, con el fin de que el aceite de motor logre distribuirse adecuadamente antes de la aceleración. Sin embargo, el único método garantizado para proteger motores turbo es utilizar un lubricante adecuado.
Para regular la calidad de los aceites de motor y evitar el LSPI, en el 2020 el Instituto Americano del Petróleo (API, por sus siglas en inglés) publicó el estándar ILSAC GF-6, que busca exigir a los fabricantes de aceites el cumplimiento de los requerimientos mínimos necesarios para cuidar los motores turbo.
La tecnología de los lubricantes Mobil 1™ (ideal para motores turbo) es tan avanzada que ha cumplido y rebasado los estándares de GF-6 desde 2010, 10 años antes de que esta regulación se lanzara. Y ahora Mobil Super™ Synthetic, Mobil Super™ Anti-friction y Mobil Super™ Extengine también se suman a este estándar.
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Está comprobado que las moléculas sintéticas de Mobil® brindan mayor protección, lo que lo hace el lubricante ideal para extender la vida de tu motor, mejorar su desempeño y evitar daños irreparables. Conoce cuál es el mejor aceite para tu motor aquí.