Cuando hay buena lubricación, se nota
¡Nada dice “esta cadena está bien lubricada” como un cambio de velocidad suave! La lubricación adecuada reduce los tironeos en cada cambio, pero también aumenta la movilidad de la cadena, prolonga su vida útil, evita la fricción, el desgaste y el daño.
Pero ¿basta con echar aceite? Para dar mantenimiento, la limpieza es tan importante como la lubricación, pues el polvo, el óxido y otras partículas pegadas a la cadena pueden entorpecer su desempeño y desgastarla hasta causar daños irreparables en ejes y eslabones.
Una vez limpia la cadena, puede lubricarse. Es importante utilizar productos especializados y cuidar que el lubricante penetre en los costados y juntas. Verter demasiado producto puede atraer más suciedad y entorpecer el funcionamiento de la cadena. Recuerda siempre revisar las indicaciones de el manual de usuario de tu moto, así como las del producto que estés utilizando. Por último, hay que revisar la tensión de la cadena, pues al estar lubricada, ésta se vuelve más flexible y puede requerir ajustes.
¡Ya lo sabes! Cuidar la cadena de tu moto es importante para no tener que hacer cambios y reparaciones costosas y hasta evitar accidentes, así como para disfrutar al máximo tu experiencia sobre ruedas.